El lobo ibérico



Figura 1.  Ejemplar de lobo ibérico (Canis lupus signatus). Fuentehttps://www.nationalgeographic.es/animales/lobo-iberico

El lobo, o Canis lupus L. (Figura 1)  es un animal perteneciente a la familia de los cánidos que está muy ligado al ser humano, ya que se trata del primer animal domesticado antes del Neolítico, por lo tanto todos los perros descienden de él. 

Dentro de la especie del lobo encontramos distintas subespecies que, dependiendo de los criterios empleados para su determinación, pueden variar desde 10 hasta 36 (Arija, 2010). Dentro de estas variables, nos encontramos con Canis lupus signatus, la subespecie ibérica y en la que nos centraremos en este texto. 


Características generales

El lobo es un carnívoro social, como veremos en los siguientes apartados, de amplia distribución, que puede vivir tanto en las montañas cantábricas como en la llanura castellana. Es un animal que prefiere las zonas donde la vegetación es densa, para encontrar refugio. En general, se alimenta de ungulados silvestres y los caza en grupo. En condiciones de escasez y hambruna, puede consumir algunos alimentos vegetales (Arija, 2010). Su tamaño oscila entre los 130-180 cm de longitud y puede pesar de 35 a 50 kg. Los machos suelen ser de mayor tamaño que las hembras. 

Tienen los ojos oblicuos, de color dorado o ambarino. Las orejas son más cortas que las de los perros, pero su cuello es más robusto y con la grupa ligeramente hundida. . El pelaje del cuello, lomo y cola es largo y más oscuro que el del resto del cuerpo. Presenta un trazo blanco a través de las mejillas, y las patas anteriores suelen estar surcadas por una línea oscura que a veces llega hasta cerca del pecho. En invierno presenta un pelaje espeso, que lo protege del frío, pero en verano tiene un aspecto más estilizado (Figura 2) (Blanco, 2017). 



Figura 2. Ejemplar de Canis lupus signatus. Fuente: https://seresvivosweb.es/canis-lupus-signatus-lobo-iberico


Las huellas son como las de un perro pero algo más alargadas y con una almohadilla más grande (Figura 3). La huella de la pata delantera de un macho grande mide unos 11 cm de largo incluyendo la uña (1 cm menos sin uña) y unos 8,5 cm de ancho; la trasera, más estrecha, 10,5 cm de largo y 7 cm de ancho.


Figura 3. Huella de un ejemplar de lobo ibérico. Fuente: https://canilslupussignatus.wordpress.com/2016/05/11/tras-la-huella-del-lobo/


Alimentación 

Se trata de un carnívoro un orden que presenta una dentadura cuyo último premolar superior y el primer molar inferior están modificados para adaptarse a su dieta. Es decir, presentan altas cúspides y bordes afilados, con el fin de desgarrar la carne (Figura 4). Por otro lado, es una especie perteneciente a la familia de los cánidos, por lo que se caracteriza por capturar presas a la carrera. Su locomoción es digitígrada, posee 4 dedos bien desarrollados con uñas no retráctiles y un pulgar o hallux que no está implicado en la locomoción, sólo lo presentan las extremidades anteriores y de forma reducida (Arija, 2010). 



Figura 4. Mandíbula de un ejemplar de Canis lupus signatus. Fuente: https://www.rios-galegos.com/mam9.htm


Presenta una dieta muy variada, se trata de un animal oportunista, por lo que puede sobrevivir tanto de la caza como de la carroña. Siendo, en ocasiones, el ganado parte de esta dieta (Blanco, 2017). Se ha observado que se encuentra fuertemente condicionada por el alimento disponible en el área que habita, siendo mayoritaria la caza de ungulados como los corzos y ciervos, en menor medida el jabalí (sobre todo juveniles). Figueiredo et al.  en su estudio What does the wolf eat? Assessing the diet of the endangered Iberian wolf (Canis lupus signatus) in northeast Portugal, analizaron excrementos de lobo concluyendo la existencia de una gran depredación sobre ungulados, entre ellos destacó el corzo con un porcentaje del 44%. También pueden cazar ginetas, gatos, lagomorfos, roedores, etc. Existe, en la actualidad, una notable tendencia a acudir a los vertederos en búsqueda de basura, así como zorros y perros (Arija, 2010).

En cuanto a la depredación del ganado doméstico, cabe destacar que varía en función de los recursos alimentarios, es decir, en las zonas con baja densidad humana, la incidencia es mínima. Esto es debido a que existen más poblaciones de ungulados, así como otras fuentes de carroña (Arija, 2010, Figueiredo et al, 2020). 

Los lobos presentan diversas tácticas de caza, entre las que destaca la persecución de un grupo de ungulados con el fin de aislar y abatir a algún ejemplar joven, demasiado viejo o enfermo. Este es acorralado y asediado por toda la manada. El macho dominante ataca de frente y el resto por los laterales, buscando infringir heridas en el vientre que debiliten al animal y aceleren el proceso. Al fin, derrotada la presa por el agotamiento, rematada con un mordisco en el cuello. A mayores, son capaces de esperar a los grupos de ungulados en gargantas o zonas donde el terreno forme un cuello de botella, a fin de acorralarlos. Incluso, cuando la orografía no se presta a ello, pueden acercarse sigilosamente a una presa hasta que ésta detecte su presencia y trate de huir, entonces los animales más veloces superarán al animal y se ocultarán delante de él mientras la manada lo empuja hacia ellos (Arija, 2010). 

En el siguiente enlace, puedes ver, gracias a una cámara trampa, un grupo de jabalíes que huyen del lobo ibérico en los alrededores de Lugo: Jabalíes huyendo del lobo 


Hábitat y distribución

El hábitat óptimo para este animal necesita tres requisitos fundamentales: protección contra el hombre, alimento suficiente y escasa o nula confrontación entre los lobos y los intereses humanos. Para ello es necesaria una densa cobertura de bosque que mantenga buenas poblaciones de ungulados que no sean explotados como recurso cinegético. Tales áreas suelen tener: densa cobertura vegetal y escasa densidad de población (unos 10 habitantes/km2); densas poblaciones de corzos y jabalíes, con ganado doméstico que el lobo consume sobre todo en forma de carroña; la caza mayor no representa un recurso económico particularmente importante y el ganado no se maneja en régimen extensivo. Es decir, su hábitat óptimo está representado por los robledales de media montaña que se extienden por el sur de Orense, Zamora, León, Palencia y Burgos (Blanco, 2017).

En la Cordillera Cantábrica ocupa montañas cubiertas de matorrales, bosques y pastizales. El factor más importante para explicar la distribución del lobo en el Parque Nacional de los Picos de Europa es la intervención humana y las variables que se asocian con ella. En segundo lugar la cobertura de la vegetación tiene también influencia aunque menor. 

En la región subcantábrica (donde alcanza las mayores densidades) vive en terrenos donde alternan los robledales con los cultivos de cereal. En la Meseta castellana ocupa encinares residuales situados en la llanura cerealista. En Extremadura y Sierra Morena vive en grandes fincas privadas, cubiertas de bosque y matorral mediterráneo, dedicadas a la explotación de la caza mayor (Blanco, 2017). 

En el norte de Portugal, el hábitat del lobo se caracteriza por la presencia de ganado, evitando proximidades de pueblos y carreteras (Blanco, 2017). 

La presencia del hombre, la cobertura vegetal y la presencia de alimento son 3 factores fundamentales. Las campañas de exterminio para evitar daños al ganado relegaron al lobo en el pasado a regiones remotas y deshabitadas, pero la especie es enormemente adaptable y, si no sufre, una severa persecución, puede vivir en áreas densamente pobladas alimentándose de carroñas de animales domésticos. Aunque el lobo ocupa algunas áreas en España con buena calidad de hábitat, se ve obligado a moverse por áreas de poca calidad en la que se incrementan los conflictos con el hombre y su supervivencia disminuye.  La presencia y persistencia del lobo en paisajes humanizados en el noroeste ibérico viene determinada por atributos del paisaje que permiten la seguridad de los lobos, sus movimientos y su dispersión (Llaneza et al., 2012). 


Reproducción

En cuanto a la reproducción, son animales monógamos, los machos y las hembras se emparejan de por vida. El macho alfa únicamente procrea con la hembra alfa. Las hembras sólo tienen un celo año y son capaces de reproducirse a partir de los dos años, aunque no alcanzan la plena madurez hasta los cinco. La gestación dura 9 semanas, tras la cual nacen de 4 a 9 crías. El tamaño de la camada y la capacidad de las lobas para quedarse preñadas varía debido de la disponibilidad de alimento. La madre cambia de madriguera cada vez que presiente una amenaza y nunca caza cerca de la misma (Figura 5). Aunque en cada manada suele criar solamente la hembra dominante, en una situación de gran disponibilidad de alimento, puede darse también una cría de las lobas subordinadas. 



Figura 5. Hembra de lobo ibérico con su cachorro. Fuente: https://www.visitportugal.com/es/content/centro-de-recuperacao-do-lobo-iberico


Cabe destacar la rápida tasa de renovación que presenta este animal, posee una gran capacidad de recuperación y de recolonización, es decir, pueden mantener constante una población e incluso aumentar ligeramente, a pesar de la enorme tasa de mortalidad que están experimentando debido, sobre todo a al caza ilegal., aunque también experimentan muchos atropellos. Sin embargo, el lobo es un gran carnívoro que se encuentra en un estado de vulnerabilidad. Esta tasa de mortalidad es proporcional a la magnitud de los conflictos con el ganado o especies cinegéticas. Por ejemplo, en el caso de zonas de montaña donde el ganado sufre muchos daños, los lobos sufren una mortalidad enormemente elevada (Arija, 2010). 


El lobo: un animal social 

Se trata de un animal social (Figura 6), que forma manadas de 2 a 9 individuos constituidas por un macho y una hembra dominantes y las crías supervivientes de ese año y del anterior. Existe un orden jerárquico establecido mediante juegos y combates y es específico de cada sexo. Es decir, dentro de la manada, la hembra alfa domina sobre las hembras y el macho, sobre los machos.  Cada año, la manada produce nuevas crías y algunos lobos jóvenes, de entre uno y tres años, la abandonan para buscar un nuevo territorio.



Figura 6. Grupo de lobos. Fuente: https://ecoosfera.com/medio-ambiente/animales-lobos-caza-espana-probihicion-conservacion/ 


Los aullidos sirven para comunicarse y son más frecuentes en las manadas grandes y durante el período de celo (el lobo ibérico aúlla muy poco, en comparación con los lobos del Norte) (Figura 7). Puedes escuchar a un ejemplar en el siguiente enlace: Lobo aullando en los alrededores de Lugo



Figura 7. Lobos aullando. Fuente: http://amigolobocarlossanz.blogspot.com/2018/09/el-centro-del-lobo-de-robledo-alcanza.html


En poblaciones cuya densidad es baja, dos jóvenes dispersantes de sexo opuesto y de manadas diferentes pueden aparearse y establecerse en otros territorios libres de manadas previamente establecidas. Sin embargo cuando esta densidad crece, estos jóvenes tienen que tratar de integrarse en manadas con alguna vacante. Mientras no encuentran una manada, vagan por los bordes territoriales estando expuestos a una mayor cantidad de peligros. Por esta razón, su tasa de mortalidad es muy superior (Arija, 2010).


Enfermedades

Otra de las razones para el declive de esta especie es la propagación de enfermedades infecciosas como puede ser la Leishmaniosis. Un estudio realizado por Cerieira en el año 2014 llamado  Leishmaniose en Lobo Ibérico recoge la incidencia de esta enfermedad en las poblaciones de Portugal. En él recalca la importancia de monitorizar la presencia de estas patologías para el control de posibles zoonosis, así como la recogida de muestras en animales que llegan a los centros de recuperación son fundamentales para conocer las condiciones de los hábitats naturales donde se encuentran. El aumento de la densidad poblacional humana, la movilización a nivel local e internacional, la modificación de los sistemas agrícolas y el cambio climático son los principales factores para el surgimiento y propagación de numerosos agentes patógenos y consecuentes zoonosis.  Cabe mencionar que esta enfermedad es causada por un protozoo del género Leishmania y que es potencialmente peligrosa tanto para humanos como para cánidos. 


El lobo y el hombre 

El lobo sigue siendo uno de los animales más incomprendidos de la Península Ibérica, constantemente amenazado y perseguido por el ser humano, ya sea por impedir los ataques al ganado, por miedo, por ignorancia o como medida de algunos cazadores para evitar que el lobo disminuya la cantidad de especies cinegéticas. Sin embargo, su papel es fundamental en nuestro ecosistema: controla el número de ejemplares de sus presas al cazarlas, así como evita que se transmitan enfermedades o cualquier tipo de problema que debilite a esas especies cazando a los ejemplares más débiles. Además, con el consumo de jabalís, reduce los daños que estos causan en las plantaciones agrícolas y evita que  transmitan al ganado enfermedades como la tuberculosis. A mayores, también tiene un papel en el control de la población de otros depredadores como son los zorros, ginetas, tejones, etc. Existen estudios que demuestran que en zonas donde ha disminuido su número, aumenta la presencia de perros asilvestrados que causan destrozos en el ganado (Ramos et al, 2021). 

Fue a finales del siglo XIX, en Europa, cuando se redujo drásticamente su distribución debido, sobre todo, a la persecución humana, la degradación de su hábitat y la disminución de sus presas. Esto último fue producto de la caza, cuando más se practicaba, menos alimento había para ellos, por lo que empezaron los ataques al ganado (Fonseca, 2016).  Por este motivo es fundamental la existencia de una legislación que los proteja. En las últimas décadas, gracias a políticas de protección legal, la recolonización natural, el aumento de ungulados silvestres, las poblaciones de lobo se han ido recuperando y expandiendo, poco a poco, sus áreas de distribución (Figueiredo et al, 2016).    

Cobra importancia la necesidad de información, de un buen conocimiento de la especie y de unas medidas que protejan tanto al lobo como a los ganaderos. 


Amenazas

- Caza ilegal. La mortalidad por la caza ilegal e indiscriminada de este animal roza el 84% de las muertes totales en algunas regiones de la Península Ibérica. 

- Mortalidad en trampas. La mortalidad por la disposición de trampas puede provocar hasta un 47% de las muertes en algunas zonas. En este apartado quiero profundizar un poco más para que se conozca la gravedad de la situación. Una trampa para lobos, ya sea un lazo, un cepo o cualquier otra, es una medida que también puede afectar a otros animales o incluso a una persona despistada. Cuando un animal, como un lobo en este caso, se atrapa una pata con un lazo, a medida que tira para intentar liberarse, el lazo aprieta cada vez más generando cortes y heridas muy dolorosas para el animal. Como medida desesperada pueden llegar a morderse la extremidad y arrancársela para liberarse de tal dolor. En la siguiente imagen (Figura 8) sacada de una noticia real, de la que voy a dejar también el enlace, se informa del caso de dos lobos atrapados por lazos ilegales. Os invito a leer la noticia y comprobar la crueldad de la condición humana. Lobos atrapados por lazos ilegales



Figura 8. Ejemplar atrapado en un lazo ilegal. Fuente: https://blogs.20minutos.es/cronicaverde/2010/02/16/encuentran-dos-lobos-atrapados-lazos-ilegales/

- Envenenamiento. Entre 1992 y 2013 se registraron 118 envenenamientos por carbamatos (89%) y estricnina (11%). Se suelen colocar en reses muertas y abandonadas para diezmar la población y evitar los ataques al ganado que supuestamente está ocasionando el lobo. Es común en la provincia de Ourense (Blanco, 2017). 

- Mortalidad por atropello. Se señala como causa más importante de mortalidad en Ourense el atropello en carreteras (70,27%) en una muestra de lobos (n = 37), recogidos entre enero de 1999 y abril de 2002. Los atropellos de lobos en Castilla y León (n= 82; periodo 2001-2007) tienen lugar en sitios con mayor tráfico y mayor influencia humana pero no relacionados con las características del paisaje. Hay más atropellos en autopistas valladas que en carreteras no valladas. Además, hay un mayor número de atropellos en zonas agrícolas, aunque la densidad de lobos es baja en ellas (Blanco, 2017). 

-Captura de cachorros. Esta es una amenaza desconocida para muchos hasta ahora. Existen casos de captura de cachorros para evitar que crezca la población. Existen regiones en las que, de la mortalidad total del lobo, un 27% se debe a esta causa. 

- Barreras. Un análisis de factores topográficos, de vegetación, factores antropogénicos y movimientos de los lobos en el noroeste ibérico indica que la autopista AP-9 probablemente actúa como una barrera significativa para la movilidad de los lobos, probablemente aislando dos subpoblaciones. La estimación de rutas para el desplazamiento de los lobos podría permitir identificar áreas críticas para conectar sus poblaciones (Blanco, 2017). 

- Hibridación. Es poco común en la Península Ibérica, pero generan descendientes fértiles que alteran la diversidad genética de la población. Si se da el caso, suele reproducirse un perro macho con una loba hembra. 

- Contaminación. Se ha encontrado en lobos de Galicia pesticidas organoclorados, hidrocarburos alifáticos, policloruro de bifenilo (PCB), policloroterfenilos (PCT), hidrocarburos aromáticos y metales pesados (Pb, Cd, y Zn) (Blanco, 2017). 


Conservación y protección del lobo ibérico

El 20 de septiembre de 2021, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico incluyó de manera oficial al lobo ibérico entre las especies del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y el Catálogo Español de Especies Amenazadas mediante la orden ministerial TED/980/2021. Esto significa que deja de ser una especie cinegética en España, ya que en Portugal esta especie ya lleva protegida en su totalidad desde hace tiempo. Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Murcia y Andalucía se han opuesto a su protección integral. 

En España, tiene el estatus de Vulnerable (VU) según la categorización de la IUCN y en Portugal, En Peligro (EN). 

Existe una serie de medidas de conservación que se pueden llevar a cabo con el fin de recuperar y aumentar su población, así como protegerla de las amenazas anteriormente nombradas: 

- Restauración de corredores con el fin de permitir la movilización de las poblaciones entre España y Portugal. 

- Designación de zonas importantes para el lobo. En España ya se han nombrado Zonas Importantes para los Mamíferos o ZIM que están relacionadas con varias especies, entre ellas Canis lupus signatus

- Mantenimiento de poblaciones de caballos asilvestrados. Es algo que se lleva a cabo en Galicia y que proporciona beneficios ecológicos reduciendo la probabilidad de incendios, el mantenimiento de brezales y presas para el lobo, así como reducen los conflictos con el ganado. 

- El pago de las indemnizaciones a los ganaderos que han sufrido pérdidas de reses a causa de ataques. 

- Seguimiento y censo de las poblaciones con el fin de controlar su estado y su distribución. 


Bibliografía 

Apuntes de la carrera

Arija, Carmen M. (2010). Biología y Conservación del Lobo Ibérico: crónica de un            conflicto.  REDVET. Revista Electrónica de Veterinaria, vol. 11, núm. 6, pp. 1-18. 

Blanco, J. C. (2017). Lobo – Canis lupus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles.       Salvador, A., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid.                                      http://www.vertebradosibericos.org/. 

Cerieira, M, C. (2014). Leishmaniose en Lobo Ibérico. Trabalho de Projecto. Mestrado em            Enfermagem Veterinária de Animais de Companhia. Escola Superior Agrária de Viseu.

Figueiredo AM, Valente AM, Barros T, Carvalho J, Silva DAM, Fonseca C, et al. (2020) What does the wolf eat? Assessing the diet of the endangered Iberian wolf (Canis lupus signatus) in northeast            Portugal. PLoS ONE 15(3): e0230433.

Fonseca, F. (2016). O Lobo Ibérico em Portugal. Grupo Lobo. Retrieved 5 July 2021.

García R., J. & Sanz G., C. 2001. Amigo Lobo. Azor Panoramix y Hilargi ediciones. Bilbao. 159            páginas.

Llaneza, L., López-Bao, J. V., Sazatornil, V. (2012). Insights into wolf presence in humandominated landscapes: the relative role of food availability, humans and landscape attributes. Diversity and Distributions, 18 (5): 459-469.

Ramos, R, Santos, S & Lagoaça, D. (2021). Atitudes face ao Lobo Ibérico. EDUSER: revista de            educação, Vol 13(1).

Comentarios

Entradas populares