La orca

 


Figura 1. Orca o Orcinus orca. Fuente: https://reinoanimalia.fandom.com/es/wiki/Orca

La orca u Orcinus orca  es el odontoceto, es decir, una ballena con dientes, más fácilmente reconocible. Recibe el vulgar nombre de "ballena asesina" por sus prácticas de caza y su alimentación. Sin embargo es un animal muy interesante con una organización social compleja de la que hablaremos más adelante.  

Se trata de un delfínido de gran tamaño que se caracteriza por ser una especie presente en todos los océanos y mares, pero con preferencia por aquellos con mayores latitudes. Son más abundantes en aguas frías y productivas, como las zonas polares de ambos hemisferios.  


Características generales

La orca es el delfínido de mayor tamaño, llegando a alcanzar los 9,0 m los machos y los 7,7 m las hembras. Se caracteriza por su coloración parcheada, la parte dorsal es negro azabache y la ventral, blanca. Sobre los ojos presentan un parche ovalado de color blanco (Figura 2). Detrás de la aleta dorsal, aparece un dibujo en forma de silla de montar de color gris blanquecino. El mentón y la garganta son de color blanco. A partir de ellos surge una amplia franja blanca que se extiende por el vientre y se ramifica en forma de tridente en la parte posterior del cuerpo. Las aletas pectorales son completamente negras y la caudal es también negra en el dorso y blanca en el reverso. En las crías, las áreas de color blanco son de una tonalidad anaranjada. Los neonatos suelen medir entre 2 y 2,5 m y pesar alrededor de 200 kg. 



Figura 2. Ejemplar de orca. Fuente: https://www.aquariumcostadealmeria.com/mamiferos/orcas/

Además del tamaño corporal, existe dimorfismo sexual en cuanto al tamaño de las aletas, las del macho son de mayor envergadura, tanto las pectorales como la caudal (cola) y dorsal (la que sobresale en la espalda). Esta última puede llegar a alcanzar los 1,8 m de longitud (Suarez-Esteban & Miján, 2017). 

El cráneo de la orca se distingue del resto de la especies de la familia Delphinidae por su gran tamaño. Los dientes son grandes y se encuentran comprimidos en la raíz anteroposterior (Dahlheim & Heyning, 1998).

Se sabe que existen 3 tipos de orcas o ecotipos según cual sea su forma de vida. Si se encuentran en una misma región toda la vida, se conocen como residentes. Si por el contrario emigran dependiendo de la época del año, alimentación, etc, se conocen como nómadas. Por último también conocemos orcas oceánicas. Estos ecotipos difieren genéticamente, en los hábitos alimenticios, en la organización social, en el comportamiento y la vocalización, ligeramente en morfología y, por último, en la distribución geográfica.


Voz

Al igual que otros cetáceos, las orcas muestran un elevado repertorio de sonidos que están vinculados a la ecolocación y a la comunicación. Este repertorio pasa de generación en generación enseñándose a las crías. Esta emisión de sonidos está relacionada con una serie de sacos presentes en el conducto nasal. Existen diferencias, conocidas como dialectos, entre distintos grupos de orcas, de esta manera también se ha demostrado que las orcas residentes usan estas señales con más frecuencia que las nómadas. 

Aquí os dejo un enlace donde podemos escuchar a un grupo de orcas comunicándose: Comunicación entre orcas


Estructura social: matriarcado

La estructura social de esta especie es una característica fundamental (Figura 3). La unidad básica consiste en un matriarcado formado hasta por cuatro generaciones de individuos emparentados por vía materna. Es decir, la típica unidad familiar estaría compuesta por una hembra, sus crías (machos y hembras), y los descendientes de éstas (también de ambos sexos). Estos grupos son muy estables y permanecen altamente cohesionados. No existen apenas casos de dispersión de individuos en orcas residentes (Ford, 2002).

Cabe mencionar que varias de estas unidades familiares básicas pueden unirse a otras con un antepasado materno común reciente formando manadas, que generalmente no superan los 40 individuos. Éstas son menos estables que los anteriores. No obstante, los matriarcados integrantes de una misma manada suelen viajar juntos, aunque también lo hacen de manera independiente (Ford, 2002).

Por encima de las manadas, las orcas se organizan en clanes, que están compuestos por varias manadas con dialectos vocales similares (lo que indica que están emparentadas). Las uniones entre las manadas de un mismo clan son aún más laxas, de manera que se han observado manadas de distintos clanes viajando juntas (Ford, 2002).

Sin embargo, la estructura social de las orcas nómadas o transeúntes no está tan definida. Al igual que ocurre con las residentes, el matriarcado parece ser la unidad social básica. No obstante, las relaciones entre orcas del mismo grupo parecen ser más frágiles, ya que no es extraño que individuos, tanto juveniles como adultos, se separen del grupo durante largos periodos de tiempo e incluso definitivamente. De hecho, se han observado individuos aislados, generalmente machos, con relativa frecuencia. Estos matriarcados pueden reunirse también en manadas, pero mucho menos cohesionadas que las de las orcas residentes (Ford, 2002).



Figura 3. Grupo de orcas. Fuente: https://www.excelsior.com.mx/trending/tras-anos-de-intentos-fotografo-consigue-filmar-a-grupo-de-orcas/1407077


Alimentación: la "ballena asesina"

El nombre de "ballena asesina" tiene su origen en los balleneros vascos que las llamaban "asesinas de ballenas", sin embargo, debido a una mal traducción, el apodo se extendió de manera errónea dando lugar al actual. 

La dieta de este odontoceto es muy variable, pueden consumir una gran diversidad de presas, incluyendo peces, cetáceos, pinnípedos, mustélidos, aves, tortugas marinas y cefalópodos. Incluso algunos grupos se han especializado en la captura de peces como salmones o peces sable. En las aguas del Estrecho de Gibraltar, se han observado a grupos de orcas persiguiendo bancos de atunes rojos, como forma de caza activa los persiguen hasta que están extenuados. Se han dado casos en los que, cuando los barcos pesqueros de atún están realizando su labor, estas esperan a que los peces piquen en el anzuelo y se abalanzan a por ellos antes de que el pescador pueda levantarlos, ahorrándose un notable gasto energético en perseguirlos (De la Serna, et al., 2010; Aguilera et al., 2018). 

Otros grupos están especializados en la caza de mamíferos marinos (Figura 4) como la foca común, la ballena de Groenlandia, el león marino de Steller, la nutria marina, la ballena gris o la beluga, entre otros. Se cree que esto está determinado por la competencia de recursos tróficos entre individuos en zonas de alta densidad de orcas. Otro dato interesante es que las orcas que habitan un área de forma continua u orcas residentes suelen ser de hábitos piscívoros, mientras que las orcas nómadas suelen depredar sobre los mamíferos marinos. El tercer ecotipo descrito, que son las orcas oceánicas, se cree que son también de hábitos piscívoros (Suarez-Esteban & Miján, 2017). 



Figura 4. Grupo de orcas alimentándose de un cetáceo. Fuente: https://consent.yahoo.com/v2/collectConsent?sessionId=3_cc-session_2cb502ac-bbca-42b2-8507-480109882db3

Las orcas son unas grandes cazadoras por lo que presentan una gran variedad de técnicas de caza, incluyendo la cooperación entre individuos para atacar grandes bancos de peces o grandes cetáceos. Las orcas basan su estrategia de caza en la emisión de ondas de sónar (ecolocación), lo que les capacita tanto para localizar a sus presas como para comunicarse con otros individuos del grupo y tender emboscadas a sus presas, táctica especialmente importante en la caza de grandes mamíferos marinos. Cuando abaten ballenas y otros grandes cetáceos, las orcas cesan de emitir sonidos (para no ahuyentarlos) y se organizan y reparten el trabajo para aislar, agotar y ahogar a la presa. Al igual que ocurre con la dieta, las orcas residentes, consumidoras de peces, utilizan ondas y señales de ecolocación distintas a las orcas nómadas, depredadoras de otros mamíferos (Suarez-Esteban & Miján, 2017). 

Existen más técnicas de depredación, por ejemplo, en aguas árticas, cuando quieren cazar a una foca que se encuentra descansando en un bloque de hielo, entre dos o más individuos generan ondas en el agua mediante determinados movimientos para hacer caer al animal al agua. El siguiente enlace muestra esta increíble técnica: Orcas cazando a una foca cangrejera

Otro impresionante ejemplo se da en las playas de la Patagonia, las orcas son capaces de acercarse a la orilla, arriesgando su propia vida, para cazar leones marinos (Figura 5). Aprovechan la fuerza generada por las olas para acercarse y coger al mamífero marino por sorpresa. Posteriormente regresan a zonas más profundas para alimentarse. Este método es arriesgado, ya que pueden quedarse varadas en la arena y morir. En el siguiente enlace podemos observar dicho método de caza: Orcas cazando en la orilla



Figura 5. Orca cazando leones marinos en la Patagonia. Fuente: https://puzzlefactory.pl/es/rompecabezas/jugar/animales/303887-orca-al-ataque#13x9


Estos animales son capaces de cazar a una ballena azul, que es el mamífero más grande de nuestro planeta. ¿Cómo lo consiguen? Para ello es fundamental realizar un ataque en grupo y coordinado, en el cual muerden al animal en diferentes partes del cuerpo, generando heridas cada vez mayores que debilitan a la ballena y hacen que esta se rinda. Aquí vemos como van acosando a la ballena y asestándole mordiscos a medida que ella intenta escapar: Orcas cazando a una ballena azul


Hábitat y distribución

Orcinus orca selecciona hábitats costeros de gran productividad e intenta escapar de aquellos que sufren una alta presión pesquera, ya que aquí el alimento escasea y las perturbaciones humanas son frecuentes. Las orcas se encuentran en primavera en el golfo de Cádiz y sur de Portugal, en relación con la probable distribución de los atunes atlánticos (Thunnus thynnus) cuando entran en el Mediterráneo durante su migración primaveral. Durante la primavera y el verano se encuentran en el Estrecho de Gibraltar y en el golfo de Cádiz, en relación con la vuelta de los atunes al Atlántico (Suarez-Esteban & Miján, 2017).

Es una especie que se encuentra en todos los océanos y mares del mundo. Como comentábamos, aunque está presente en zonas tropicales y oceánicas, son más abundantes en hábitats costeros y en altas latitudes. Parecen mostrar preferencia por aguas frías y productivas, por lo que alcanzan mayores densidades en las zonas polares de ambos hemisferios. La única limitación a su distribución parece ser la formación de hielo durante los inviernos polares. En algunas regiones  su presencia puede ser estacional, generalmente asociada a los movimientos migratorios de sus presas (Heyning & Dahlheim, 1988).


Reproducción

La orca es un cetáceo claramente polígamo (Figura 6). Las épocas de apareamiento y alumbramiento pueden durar varios meses. Además, parece no existir sincronía alguna en los ciclos reproductores, variando en distintas partes del mundo. En el Atlántico Norte, los machos alcanzan la madurez con 12-16 años y una longitud total de 5,8 m, las hembras con 6-10 años y 4,6-4,9 m. La fecundidad está íntimamente relacionada con la disponibilidad de alimento. El periodo de gestación oscila entre los 15 y los 18 meses. Las crías no desarrollan la dentición completa hasta las 13 semanas de vida, momento en el que comienzan a consumir alimento sólido. Los cuidados maternos finalizan unos 18 meses después del alumbramiento. Habitualmente las hembras jóvenes colaboran en el cuidado de las crías (Suarez-Esteban & Miján, 2017).



Figura 6. Hembra de orca a la izquierda, cría en el medio y macho a la derecha. Fuente: https://www.ecologiaverde.com/como-se-clasifican-las-orcas-1824.html

La mortalidad juvenil es alta. Se estima que aproximadamente el 43% de las crías perecen en los primeros 6 meses de vida. La esperanza de vida de las hembras es aproximadamente de unos 50-60 años. Sin embargo, dejan de ser fértiles entorno a los 40 años de edad. Los machos tienen una esperanza de vida más corta, entorno a los 30 años, aunque se han registrado longevidades máximas similares a las de las hembras.


Amenazas

Esta especie de mamífero marino se enfrenta a numerosas amenazas de la mano del hombre, ya que no presenta depredadores en la naturaleza (Suarez-Esteban & Miján, 2017).

A lo largo de la historia, la orca ha sido perseguida injustamente en determinadas regiones de Japón o Noruega, para disminuir la presión de este depredador sobre los barcos pesqueros (Figura 7). Así como también se ha perseguido para su exhibición en zoos y acuarios. 



Figura 7. Ballenero japonés cazando a un cetáceo. Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20151201/japon-defiende-caza-ballenas-indispensable-para-ciencia/1265342.shtml


Otra de sus amenazas es que, debido a su longevidad, es un animal susceptible a la bioacumulación de contaminantes, es decir, se han encontrado altas concentraciones de PCBs y compuestos similares en las orcas de la Columbia Británica sobre el desarrollo neurológico y reproductor, y sobre el sistema inmunitario Los grupos familiares más afectados parecen ser los nómadas y aquéllos que se alimentan de presas migratorias, ya que en ambos casos la probabilidad de contacto con el contaminante es más elevada.  La inmunodepresión derivada de las altas concentraciones de contaminantes puede aumentar la sensibilidad de las orcas a la presencia de endoparásitos (cestodos, trematodos, nematodos, etc.) y patógenos (poxvirus, morbilivirus, herpesvirus, etc.) (Ross, 2006).  

También se ha visto afectada en numerosas ocasiones por el vertido intencional o accidental de derivados del petróleo, que puede afectar a la viabilidad de algunas poblaciones, incrementando directa o indirectamente sus tasas de mortalidad y reduciendo su capacidad de recuperación. 

El tráfico marítimo ejerce un efecto negativo sobre los cetáceos. El ruido y las molestias causadas por diversas embarcaciones alteran los patrones de comportamiento naturales de la especie, de manera que reducen el tiempo que dedican a alimentarse y desparasitarse, además de incrementar los niveles de estrés y dificultar la comunicación entre individuos. Esto conlleva a un deterioro físico de los individuos, así como más probabilidades de fracaso reproductivo. 

Como sabemos, la sobrepresca, la contaminación, la degradación de los hábitats marinos, etc, está afectando negativamente a toda vida marina y las orcas no van a ser menos. 


Conservación

A día de hoy no existes datos suficientes para conocer su estado poblacional, por lo que la IUCN la ha catalogado como DD o Data Deficient, es decir, datos insuficientes. 


Bibliografía

Aguilera, R., Camiñas, J, A., Macías, D., Báez, J,C., Ortiz de Urbina, J., Mayuelos, E. & Godoy, D. (2018). Interacciones de orcas (Orcinus orca) con pesquerías artesanales españolas de atún rojo en el área del Estrecho de Gibraltar. Foro Mar de Alborán. 

Dahlheim, M. E., Heyning, J. E. (1998). Killer whale Orcinus orca (Linnaeus, 1758). Pp: 281- 309. En: Ridgway, S.H., Harrison, R. (Eds.). Handbook of Marine Mammals, Volume 6: The Second Book of Dolphins and Porpoises. Academic Press, Orlando.

De la Serna, J, M., Ortiz de Urbina, J,M., Godoy, M, D. & Majuelos, E. (2010). Interacción de la orca (Orcinus orca), con las pesquerías de atún rojo (Thunnus thynnus L.) en el área del Estrecho de Gibraltar. Collect. Vol. Sci. Pap. ICCAT, 65(3): 744-754. 

Ford, J. K. B. (2002). Killer Whale Orcinus orca. Pp.: 650-657. En: Perrin, W. F., Würsig, B., Thewissen, J. G. M. (Eds.). Encyclopedia of marine mammals. 2nd Edition. Academic Press, London.

Heyning, J. E., Dahlheim, M. E. (1988). Orcinus orca. Mammalian Species, 304: 1-9.

Ross, P. S. (2006). Fireproof killer whales (Orcinus orca): flame-retardant chemicals and the conservation imperative in the charismatic icon of British Columbia, Canada. Canadian Journal of Fisheries and Aquatic Sciences, 63: 224-234.

Suárez-Esteban, A., Miján, I. (2017). Orca – Orcinus orca. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Sanz, J. J., Barja, I. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/


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