La lagartija de Bocage
La lagartija de Bocage, Podarcis bocagei, es un animal perteneciente a la familia Lacertidae que es endémico del noroeste ibérico.
Características generales
Lagartija de pequeño tamaño, relativamente robusta y con el cuerpo no deprimido. Los machos adultos tienen el dorso verde y los flancos pardos. Las hembras adultas e y los individuos inmaduros presentan el dorso y flancos pardos. La coloración ventral es amarilla. La cola mide casi el doble del tamaño del cuerpo del animal, siendo este de 6-7 cm de longitud. Pesan alrededor de 4-5 gramos. Además, en todas las poblaciones, los machos alcanzan mayores tamaños y pesos que las hembras, teniendo la cabeza proporcionalmente más voluminosa y las extremidades proporcionalmente más largas (Galán, 2015) (Figura 2).
Existe dicromatismo sexual, es decir, los machos y las hembras son de diferente color, sobre todo en la época de celo (Figura 2 y 3). En general, los machos tienen una coloración dorsal verde y las hembras parda. Ambos sexos presentan unas líneas negras en la región dorsolateral que son más o menos continuas. También presentan otras líneas claras, dorsolaterales, que son verdes o amarillas en los machos y pardas en las hembras. La coloración ventral más típica en ambas sexos es amarilla con puntos negros en las escamas ventrales externas. También son frecuentes los machos de vientre anaranjado o rojo durante el invierno, o bien durante todo el año en algunas sierras del extremo occidental de la cordillera Cantábrica. En determinadas poblaciones de Ourense, León, Zamora, norte de Portugal y occidente de Asturias existen también machos de vientre blanco (Galán, 2015).
Los neonatos poseen una coloración verdosa en la cola, que contrasta con el dorso pardo con capacidad críptica (camuflaje con el medio). Parece ser que esta coloración se corresponde con un mecanismo antidepredador, al atraer la atención de los depredadores hacia este apéndice, que puede autotomizarse (desprenderse), en vez de hacia el cuerpo del animal (Castilla et al., 1999).
Cabe
mencionar que existe variabilidad en la coloración entre las diferentes
poblaciones peninsulares y entre los individuos de una misma población.
En el siguiente enlace podemos ver un ejemplar de Podarcis bocagei: Lagartija de Bocage
Hábitat y distribución
La lagartija de Bocage escoge ambientes húmedos y frescos. Existen diferencias entre las zonas de clima atlántico y mediterráneo. En el caso del primero, ocupa desde arenales y acantilados costeros hasta matorrales y bosques e, incluso, medios antropogénicos. En las zonas de clima mediterráneo, suele encontrarse en terrenos de vegas aluviales o zonas elevadas de montaña con matorrales (Galán, 2015).
Cabe destacar que este animal suele ocupar hábitats compuesta por robledales con claros o zonas de matorral compuestas, por ejemplo, por tojos (Salvador & Pleguezuelos, 2002).
En Galicia, en concreto, puede encontrarse en diferentes medios, desde dunas costeras hasta muros de viviendas. En Galicia y Asturias vive desde el nivel del mar hasta los 1.600 m de altitud en la sierra de Os Ancares (Lugo). En León, desde los 450 m hasta los 1.700 m en los Montes de León y en Zamora, desde los 780 m hasta los 1.900 m en Peña Trevinca (Galán, 2015).
Cabe destacar que los ejemplares juveniles prefieren zonas con vegetación menos densa o incluso carentes de ella, mientras que los adultos suelen ocupar zonas con vegetación más densa.
Como comentábamos en la introducción, se trata de un animal endémico de la Península Ibérica cuya distribución se restringe a su extremo noroccidental. En España se encuentra en la práctica totalidad de las cuatro provincias gallegas, noroeste de Zamora, determinadas zonas del oeste, centro y norte de León y algunos puntos del oeste, centro y sur de Asturias (Salvador & Pleguezuelos, 2002). En Portugal se distribuye al norte del río Duero, ocupando gran parte de Minho y Douro Litoral y algunas áreas montañosas de Tras-os-Montes (Ferrand et al., 2001) (Figura 5).
Como consecuencia del cambio climático, se espera que esta especie reduzca su distribución en torno a un 80% en 2041-2070 (Araújo et al., 2011).
Alimentación
En
general, esta lagartija selecciona, en relación a la disponibilidad que le
ofrece el medio, principalmente presas que puede capturar en el suelo, como
arácnidos y pequeños coleópteros, evitando las voladoras (dípteros) y las de
talla muy pequeña, como homópteros (pulgones) (Galán, 2015).
Reproducción
En la provincia de A Coruña, según observaciones de campo, el período de cortejos y apareamientos tiene lugar entre principios de abril y principios de julio (Figura 6). El período de puestas se extiende desde finales de abril o mediados de mayo (según la climatología de cada año), hasta finales de julio. Las hembras grávidas (con huevos en su interior) pueden desarrollar en algunas poblaciones coloraciones dorsales verdes, similares a las de los machos adultos (Galán, 2015).
El número de huevos por puesta oscila entre 2 y 7, aunque excepcionalmente puede alcanzar los 9 huevos en hembras adultas muy grandes. Un dato interesante es que las hembras más grandes pueden realizar hasta 3 puestas, mientras que las hembras más jóvenes, en su año de adquisición de la madurez sexual, realizan sólo una. Sin embargo, aunque puedan realizar hasta 3 puestas, el número de huevos se va reduciendo en cada una de ellas. Además, el tamaño de la puesta y de los huevos está correlacionado positivamente con el tamaño de la hembra, es decir, una hembra más grande tendrá la capacidad para poner más huevos y de mayor diámetro (Galán, 2015).
Las hembras de esta lagartija realizan una búsqueda activa de los lugares más adecuados para depositar las puestas, seleccionando preferentemente las zonas con pendientes del terreno acusadas (taludes con elevada pendiente), orientadas al sur, a una cierta altura sobre el nivel del suelo (sobre 2 metros) y desprovistas de cobertura vegetal. Estos lugares son los que reciben una radiación solar máxima, debido a su orientación meridional y ausencia de cobertura vegetal y, por tanto, la temperatura del suelo alcanza unos valores más elevados. Por otro lado, la fuerte pendiente y la altura sobre el nivel del suelo hace que estos puntos sean también los mejor drenados (Galán, 2015).
El
tamaño de los recién nacidos difiere significativamente entre ambos sexos. Los
neonatos machos son más pequeños que las hembras (Galán, 1997).
Depredadores
Entre
sus depredadores nos encontramos con la culebra lisa europea ( Coronella austriaca), culebra lisa
meridional ( Coronella girondica), víbora
cantábrica (Vipera seoanei), culebra
de escalera (Elaphe scalaris) (Figura 7). Por
otro lado, tenemos al cernícalo común (Falco
tinnunculus) y al lagarto ocelado (Timon
lepidus), que puede cazar de manera esporádica algún juvenil de lagartija
de Bocage.
Estrategias antidepredatorias
Frente a sus depredadores, sus principales mecanismos de defensa son la huida y la autotomía caudal. La pigmentación verde llamativa de la cola de los juveniles durante sus primeros meses de vida es interpretada como un mecanismo antipredador. La coloración llamativa atrae la atención del depredador hacia este apéndice autotómico y cuando es atacada, desprende parte de la cola y huye (Castilla et al., 1999).
Amenazas
En Galicia y en el Norte de Portugal la especie no se considera que esté amenazada, sin embargo existen otras regiones donde es más escasa, sobre todo cercanas al límite de su distribución (Asturias, León, Zamora y Noreste de Portugal). Aunque se trata de un reptil muy adaptable a los cambios originados por la acción del hombre, está gravemente afectado por las modernas técnicas de construcción, la intensificación de la agricultura y las plantaciones forestales intensivas (sobre todo de Eucalyptus).
Por
otro lado, las poblaciones que habitan islas e islotes de la costa gallega
también se consideran potencialmente amenazadas por la superficie reducida de
estos medios insulares y por contar con un limitado número de individuos
(Galán, 2015).
Estatus de conservación
Anteriormente estaba considerada como “No Amenazada”, sin embargo, actualmente está protegida por el Convenio de Berna.
Según
la Lista Roja de la IUCN, en 2008 estaba considerada como Preocupación Menor LC
a nivel global y peninsular, sin embargo, en la actualidad, en 2023, no se sabe
si aún mantiene dicha categoría.
Bibliografía
Apuntes del grado.
Araújo, M. B., Guilhaumon, F., Rodrigues Neto, D., Pozo Ortego, I., Gómez Calmaestra, R. (2011). Impactos, vulnerabilidad y adaptación de la biodiversidad española frente al cambio climático. Fauna de vertebrados. Dirección general de medio Natural y Política Forestal. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Madrid. 640 pp.
Castilla, A. M., Gosá, A., Galán, P., Pérez-Mellado, V. (1999). Green tails in lizards of the genus Podarcis: do they influencie the intensity of predation? Herpetologica, 55 (4): 530-537.
Ferrand, N., Ferrand, P., Gonçalves, H., Sequeira, F., Teixeira, J., Ferrand, F. (2001). Guia Fapas Anfíbios e Répteis de Portugal. Cámara Municipal do Porto. Pelouro do Ambiente. Porto.
Galán, P. (1997). Reproductive ecology of the lacertid lizard Podarcis bocagei. Ecography, 20:197-209.
Galán, P. (2015). Lagartija de Bocage – Podarcis bocagei. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Salvador, A., Marco, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. http://www.vertebradosibericos.org/
Salvador, A.,
Pleguezuelos, J. M. (2002). Reptiles españoles. Identificación, historia
natural y distribución. Canseco Ed.,
Talavera de la Reina. 493 pp.
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